¿Por qué los hombres le temen al fitnes grupal?

De: Jason Schneider

Acabas de bajarte de unos monótonos 30 minutos en la caminadora y te encuentras frente a la puerta de un estudio de fitnes grupal. Ves a 20 personas moviéndose al unísono, con música fuerte, gritos de ánimo, y todos sudando a lo grande. Piensas: «Suena divertido, seguro que podría hacerlo y debería intentar tomar una clase». Pero ahí viene la diferencia entre la acción y el pensamiento: muchas mujeres avanzarán y muchos hombres se darán la vuelta y se irán.

La katagelofobia, o el miedo a hacer el ridículo, es real y puede ser debilitante. Puede impedir que una persona intente muchas cosas en su vida, simplemente porque teme equivocarse, ser llamado la atención o enfrentar una humillación pública. Como hombre que ha sido un asiduo del gimnasio por más de 30 años, puedo entender y relacionarme con el miedo irracional que tienen muchos hombres de entrar en un estudio de fitnes grupal. Para ser honesto, recuerdo mi primera clase de step en la que estaba completamente desubicado y pasé la mayor parte del tiempo mirando a los demás, que parecían una coreografía de flash mob. Pero no dejé que eso me desanimara y encontré mi lugar en clases de ciclismo, caminadora y entrenamientos tipo bootcamp. Al superar el miedo y darle una oportunidad, puedo hablar con experiencia sobre lo que el fitnes grupal puede ofrecer a cualquier persona en el gimnasio, más allá de las pesas y las máquinas. ¡Exploremos!

Primero, hablemos del estereotipo: el fitnes grupal es para mujeres con pesas de 1 kg que no quieren levantar peso pesado ni ganar músculo.
FALSO… y a veces, un poco cierto.

Un buen programa de fitnes grupal ofrecerá a sus miembros una gran variedad de opciones para complementar el trabajo que realizan en el gimnasio. Hay muchas clases que incluyen coreografía y movimiento con pesas ligeras, y te sorprenderá cómo esas pesas de 1 kg pueden hacerte temblar. Pero si prefieres clases de alto impacto y pesas más pesadas, solo necesitas una clase de acondicionamiento atlético, de fuerza o de ciclismo para saber que esto va en serio. Participa en una clase de entrenamiento con barra B30, Chisel, Stacked, Push the Perimeter (o mi favorita, All Out Athlete), y te retarán a empujar y mover peso en diferentes planos y modalidades de ejercicio.

¿Quieres opciones para levantar aún más peso y hacer movimientos olímpicos tradicionales? Prueba un formato de HIITZone o boxeo para alcanzar tu máximo, con clases inspiradas en MMA y CrossFit. Para los hombres, estas combinaciones de movimientos pueden ayudar a cubrir los vacíos que tu serie estándar de sentadillas con barra, peso muerto, press de banca y jalones de espalda pueden dejar. Nuestro cuerpo necesita complejidad y responde mejor a la variedad.

Quizás estés pensando, «pero no quiero ser el único hombre en la sala. Y no quiero hacer el ridículo». Fue Oliver Wendell Holmes quien dijo: «El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que lo conquista». En otras palabras, supéralo y dale una oportunidad. Probablemente encontrarás una comunidad MUY acogedora que te recibe como novato, te da muchas opciones para adaptarte a tus habilidades y te reta, tanto mental como físicamente, de una manera que nunca has experimentado en el área de pesas.

Tomemos un momento para hablar de la palabra comunidad. Un usuario en Quora.com escribió: «Quizás está en nuestro instinto biológico el querer formar parte de grupos sociales, ya que para las mujeres existe seguridad en el número y la familiaridad, algo que los hombres no suelen necesitar. Las mujeres buscan y demandan más apoyo emocional que los hombres. Es más fácil motivarse si haces cosas en grupo». Como entrenador y atleta profesional, debo decir que me va bien entrenando y compitiendo solo. SIN EMBARGO, también disfruto y prefiero tener un compañero de entrenamiento, y he visto los efectos físicos de la motivación en grupo para mejorar el rendimiento. Cuando corro o hago ciclismo solo al aire libre, necesito un rastreador de actividad para esforzarme y ver resultados. Pero también me resulta más fácil engañarme a mí mismo, decidir no esforzarme tanto e incluso no salir. Pero cuando entreno con un compañero o en grupo, me comprometo. Llego. Trabajo tan duro como necesito, a veces más si el grupo es más fuerte que yo. Y muchas veces, trabajo aún más para motivar a quienes me rodean. En una clase de ciclismo, siempre hay una competencia saludable con la persona sudando junto a mí… y también tengo palabras de ánimo si comienzan a flaquear antes de terminar el intervalo. Estamos sufriendo juntos, y juntos venceremos. Las mujeres suelen buscar comunidad para motivarse, pero los hombres también pueden beneficiarse igual con un apoyo directo o indirecto. Y, seamos honestos, no puedes darte un «choca esos cinco» al final de un entrenamiento. Únete, anima a alguien, deja que te animen y celebren juntos un momento divertido y lleno de sudor. No se puede negar la sabiduría de Phil Jackson: «La fuerza del equipo está en cada miembro individual. La fuerza de cada miembro está en el equipo».

Al final, se trata de valentía y ego. En general, los hombres deben superar la mentalidad de «yo soy mejor que tú», dejar atrás el miedo a la humillación o la presión de sus amigos y atreverse. Toma una clase para romper la rutina de siempre. Reta a tu cuerpo a moverse de formas que no forman parte de tu repertorio habitual. Prueba un poco de coreografía para desafiar tu capacidad mental y mantener tu mente alerta. Toma una clase de ciclismo y experimenta lo que significa que tu corazón te sea entregado en bandeja de plata. Todo el tiempo, disfruta la música, siente la inspiración para sudar y utiliza esa motivación (o sé el que la proporciona para alguien que la necesita) para llevar tu camino de fitnes a nuevas alturas.

«Cuando te haces amigo de la tormenta, bailas en vez de dejarte arrastrar». – Michael Bassey Johnson

Jason Schneider es el Gerente Regional de Fitnes Grupal del Oeste en Crunch Fitness.

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